El pescado frito es uno de los platos más emblemáticos y sabrosos de la región caribe colombiana. Su popularidad se debe a la abundancia de mariscos y pescados frescos en la zona, así como a la tradición culinaria arraigada en las comunidades costeras.
El proceso de preparación del pescado frito comienza con la selección de especies como pargo, mojarra, róbalo, sierra, jurel o cojinúa, que son conocidas por su sabor y textura. En el caso del pescado frito, se realiza un corte diagonal en el pescado antes de freírlo, lo que permite que las espinas se frían y se vuelvan crujientes, facilitando su consumo. La técnica de fritura es clave para lograr un pescado crujiente por fuera y jugoso por dentro. Se sumerge el pescado en aceite caliente hasta que adquiera un color dorado y una textura crujiente. Este proceso resalta los sabores naturales del pescado y crea una experiencia gustativa única.
Además del pescado frito, el guisado es otra preparación común para disfrutar de los pescados de la región. En este caso, el pescado se cocina en una deliciosa salsa elaborada con leche de coco y guiso de verduras. La leche de coco le aporta una cremosidad y un sabor característico al plato, que se combina a la perfección con las verduras y el pescado.
El pescado frito o guisado se sirve tradicionalmente acompañado de diversos elementos que complementan su sabor. Una sopa de pescado, preparada con caldo de pescado y diferentes ingredientes como yuca, plátano y cilantro, es un acompañamiento común para realzar los sabores marinos. El arroz de coco blanco o frito también es una opción popular para acompañar el pescado, brindando un toque de dulzura y textura.
Los patacones, que son rodajas de plátano verde fritas y aplastadas, son un acompañamiento clásico en la cocina caribeña y agregan un contraste crujiente al plato. La ensalada de tomate y cebolla con lechuga proporciona frescura y un equilibrio de sabores. Para completar esta experiencia gastronómica, se puede disfrutar de un vaso de agua de panela con limón. La panela, que es un producto derivado de la caña de azúcar, se disuelve en agua caliente y se mezcla con jugo de limón, creando una bebida refrescante y llena de sabor que refleja la identidad regional y local.