La cazuela de mariscos es un plato abundante y lleno de sabores del mar que deleita a los amantes de la gastronomía marina. Esta receta requiere una variedad de mariscos frescos, como camarones, calamares, almejas, pulpo, caracoles y langosta, aunque se pueden hacer algunas variaciones según los ingredientes disponibles.
La preparación comienza por sancochar los camarones y la langosta en agua con sal hasta que estén cocidos. Luego, se reservan los mariscos y se conserva el agua de cocción, que se utilizará como base para el caldo de la cazuela.
En una olla aparte, se calienta un poco de aceite y se añaden cebollas, ajos y otros aliños al gusto, como pimientos, tomates y especias como pimentón, comino o azafrán. Se sofríen hasta que estén tiernos y aromáticos. Luego, se agrega el caldo de mariscos reservado y se deja hervir a fuego lento para que los sabores se mezclen.
A continuación, se añaden los demás mariscos a la olla, como los calamares, almejas, pulpo y caracoles. Se cocina a fuego medio-bajo durante unos minutos hasta que los mariscos estén bien cocidos y se hayan impregnado de los sabores del caldo. En este punto, se puede agregar vino blanco y pasta de tomate si se desea darle un toque extra de sabor y color a la cazuela. También se pueden incorporar otros ingredientes como pimientos o guisantes para añadir más variedad y textura al plato. Finalmente, se sirve la cazuela de mariscos en cazuelas individuales o en una cazuela grande de barro. Antes de servir, se puede gratinar la cazuela en el horno para obtener una capa dorada y crujiente en la parte superior.
La cazuela de mariscos es un plato versátil que se puede disfrutar como plato principal acompañado de arroz blanco o pan fresco. Su mezcla de sabores marinos y su presentación en cazuelas de barro le dan un toque auténtico y atractivo. Es perfecta para compartir en una comida familiar o para sorprender a los invitados en ocasiones especiales.
