La boca de Tinajones es un lugar de gran importancia geográfica y ecológica ubicado en San Onofre. Se trata de la primera de las tres bocas que el Río Sinú creó para desembocar en el mar, después de cambiar su curso y abandonar su desembocadura inicial en la bahía de Cispatá el 13 de junio de 1942.
Antes de este cambio, el área donde se encuentra la boca de Tinajones se conocía como la Vuelta de Tinajones, debido a la forma que el río adopta en ese punto, similar a la figura de una tinaja. Era en este lugar donde el río, que fluía en dirección norte, se acercaba más al mar antes de girar hacia el oeste en dirección a Cispatá.
Fue en la Vuelta de Tinajones que los pescadores locales abrieron un canal conocido como "la zanjita" para permitir la comunicación entre el río y el mar. Con el tiempo, el río erosiona las orillas y creó una nueva y amplia boca que se abrió al Mar Caribe. Durante algún tiempo, ambas bocas coexistieron, pero finalmente la boca de Tinajones se convirtió en la principal desembocadura del Río Sinú.
La boca de Tinajones se encuentra rodeada de un impresionante bosque de manglar, que alberga una variedad de especies como el manglar rojo, el manglar negro humo, el manglar piñuelo y el manglar Zaragoza. Estos manglares son fundamentales para el ecosistema, ya que brindan refugio y alimento a una gran diversidad de flora y fauna.
En cuanto a las aves, la boca de Tinajones es un paraíso ornitológico, con la presencia de 221 especies diferentes, 35 de las cuales son migratorias. Entre las aves migratorias se destacan la garza colorada, el chávarri, el chamón del Caribe, el vaco cabecinegro, la esmeralda piquirroja, el batará carcajada y la guacharaca caribeña. Estas aves encuentran en este entorno el hábitat ideal para descansar, alimentarse y reproducirse durante su migración.
La boca de Tinajones es un lugar de gran importancia tanto para la comunidad local como para la conservación de la biodiversidad. Su belleza natural y su riqueza ecológica lo convierten en un destino ideal para la observación de aves, la investigación científica y el ecoturismo. Además, su historia ligada al cambio de curso del Río Sinú le confiere un valor histórico y cultural significativo.
Boca de Tinajones en San Bernardo del Viento es un lugar fascinante que combina elementos geográficos, ecológicos e históricos. Desde su formación como consecuencia del cambio en el curso del Río Sinú, hasta su exuberante bosque de manglar y su abundante avifauna, este sitio cautiva a quienes lo visitan y brinda una experiencia única en contacto con la naturaleza y la historia de la región.