La ciénaga, con una extensión de aproximadamente 41 hectáreas, se caracteriza por su abundante presencia de manglares debido a su ubicación estuarina, donde se mezclan las aguas dulces y saladas dependiendo de las mareas y las precipitaciones. Este entorno es el hábitat natural de diversas especies, entre las que se incluyen iguanas, monos, machín y aulladores.
Además de la fauna terrestre, la ciénaga alberga una gran variedad de aves, siendo las garzas las más destacadas. Entre las especies presentes se encuentran la garza roja (Agamía agamí), la cheleca (Aramides cajanea), la garza coquito (Phimosus infuscatus), la jacana (Jacana jacana), entre otras. En la ciénaga se encuentra la isla de los pájaros, un lugar donde se pueden observar alrededor de 60 especies de aves en su entorno natural.
El acceso y la conservación de la ciénaga están controlados y vigilados por una asociación de pescadores locales, quienes ofrecen recorridos turísticos por este hermoso cuerpo de agua. Para proteger la ciénaga, se restringe el acceso a embarcaciones con motor, permitiendo únicamente el uso de canoas artesanales de remo. Esta medida busca preservar el ecosistema de la ciénaga y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
La ciénaga representa un importante destino turístico para aquellos que desean disfrutar de la belleza natural y la biodiversidad de la zona. Los recorridos en canoa permiten a los visitantes explorar y apreciar de cerca la riqueza de la fauna y la flora que habita en este ecosistema. Es fundamental seguir promoviendo prácticas de turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente para asegurar la conservación de la ciénaga y su valor como hábitat natural.
