En la tercera década del siglo XX, ocurrió un cambio en la dinámica hidráulica del Río Sinú, lo que resultó en un cambio en el curso del río hacia otro caño y dejó un caño interrumpido o "mocho" en el área sur. Esta zona baja y cenagosa se ha convertido en un lugar propicio para el cultivo del arroz, con una extensión aproximada de 1.8 kilómetros de longitud y 120 metros de ancho, y una profundidad que oscila entre 5 y 7 metros.
Además de los cultivos de arroz, en el caño se puede observar una variedad de vegetación característica del bosque seco, incluyendo palmeras, cocoteros y tarulla, una planta flotante que crece sobre el agua. Durante el amanecer y el atardecer, es posible apreciar la presencia de la fauna típica de estos ambientes, especialmente aves como garzas blancas y negras. También es común ver pescadores a lo largo del cauce, aprovechando los recursos acuáticos de la zona.
Este caño interrumpido ofrece un paisaje natural de gran belleza y una oportunidad para el desarrollo agrícola. Sin embargo, es importante tener en cuenta la importancia de mantener un equilibrio ambiental y gestionar adecuadamente los recursos naturales. Esto implica aplicar prácticas agrícolas sostenibles que minimicen el impacto en el ecosistema, así como garantizar la conservación de la biodiversidad y proteger los hábitats de las especies que dependen de este entorno acuático.
En conclusión, el caño interrumpido en el sur del Río Sinú ofrece una combinación única de paisajes naturales, cultivos de arroz y vida silvestre. Es un lugar donde se puede apreciar la belleza de la vegetación del bosque seco, avistar diversas aves y observar la actividad pesquera local. Sin embargo, es fundamental cuidar y proteger este ecosistema para garantizar su sostenibilidad a largo plazo y conservar la biodiversidad que alberga.
