Estos antiguos cañones son testigos silenciosos de la fascinante historia de nuestro país y en particular de esta zona. Tolú, en sus días de gloria, fue uno de los principales puertos que recibió a los colonizadores españoles, quienes luego se expandieron por las extensas sabanas del territorio conocido como el Bolívar Grande, abarcando desde San Onofre hasta las tierras del Sinú y la Sabana Montañera, hoy conocida como los Montes de María.
Este puerto también fue reconocido como un lugar de desembarco de esclavos destinados a las estancias esclavistas que se establecieron en la región. Además, debido a la fertilidad de estas tierras, se convirtió en un importante punto de avituallamiento para la provincia de Cartagena de Indias. Con el fin de proteger y resguardar este próspero puerto, se construyó un pequeño fuerte fortificado con un baluarte, equipado con cañones para su defensa, como era común en las fortificaciones del siglo XVII.
A lo largo de su historia, Tolú enfrentó varios ataques de piratas que pusieron en riesgo su prosperidad. Incluso, la villa fue incendiada en 1658 durante una importante batalla naval con piratas holandeses. A partir de 1740, con el surgimiento del nuevo Partido del Sinú y el ascenso de Lorica como un puerto relevante en la región, Tolú comenzó a entrar en decadencia. Afortunadamente, como legado de aquellos tiempos gloriosos, aún se conservan en Tolú cinco cañones de hierro forjado, que se pueden admirar libremente en la Carrera 1ra. Estos cañones están completos y están instalados sobre pedestales artesanales elaborados por particulares que han asumido la responsabilidad de su conservación.
Estos cañones son un recordatorio tangible de la historia marítima de Tolú y su importancia como puerto estratégico en tiempos pasados. Son una muestra de la valentía y la resistencia que caracterizaron a los habitantes de esta tierra frente a los desafíos y peligros que enfrentaron. Al observar estos cañones, podemos imaginar las batallas navales que se libraron y sentir la conexión con aquellos tiempos de gloria y adversidad. Es importante preservar y valorar estos cañones como parte del patrimonio histórico y cultural de Tolú, ya que nos permiten comprender y apreciar nuestra historia y las raíces de nuestra identidad como sociedad.