El Puente 20 de Julio es un emblemático símbolo de la ciudad de Lorica, con una historia que se remonta al final del siglo XIX. Su construcción fue de vital importancia para conectar el sector histórico y señorial de la ciudad con el creciente desarrollo urbano de los barrios Arenal y San Pedro, que se encontraban en expansión a lo largo del camino real.
Este impresionante puente, también conocido como "puente viejo", fue inaugurado en el año 1910 y su diseño arquitectónico se enmarca dentro del estilo republicano de la época. Consta de 14 arcos de medio punto que se elevan sobre el caño Chimalito, un cuerpo de agua que atraviesa la ciudad y que desempeñó un papel fundamental en su desarrollo económico y social.
El Puente 20 de Julio no solo representa una importante conexión física entre los distintos sectores de la ciudad, sino que también se ha convertido en un símbolo de identidad y tradición para los habitantes de Lorica. A lo largo de los años, ha sido testigo de cambios históricos y transformaciones urbanas, manteniendo su estructura original y su valor patrimonial.
Además de su función como vía de comunicación, el Puente 20 de Julio ofrece una vista panorámica impresionante del caño Chimalito y de los alrededores, permitiendo a los visitantes apreciar la belleza natural de la región. Es un lugar frecuentado por turistas y locales que buscan disfrutar de un paseo tranquilo y contemplar el paisaje.
El Puente 20 de Julio es un monumento arquitectónico histórico que ha sido testigo del crecimiento y desarrollo de Lorica. Su construcción a finales del siglo XIX y su diseño republicano lo convierten en una pieza única de la ciudad. Es un lugar de encuentro, conexión y admiración, donde los visitantes pueden disfrutar de su belleza arquitectónica y de las vistas panorámicas que ofrece sobre el caño Chimalito.