El baile cantao es una manifestación cultural de gran valor y una parte integral de la tradición cultural de la región. Representa el legado de la descendencia africana que encontró en San Onofre un espacio geográfico para preservarse. Inicialmente, el pueblo de San Onofre fue un refugio para los esclavos cimarrones, y fue conocido como el Palenque de Torobé, fundado por el líder conocido como el señor Toro. Estos esclavos escapados se asentaron en estas tierras, donde encontraron la libertad y la oportunidad de mantener viva su cultura y tradiciones.
Los bailes cantaos, que forman parte de esta tradición cultural, carecen de instrumentos musicales melódicos y se centran principalmente en los cantos y en el ritmo generado por el tambor. Esta característica distintiva hace que estos bailes sean únicos y representativos de la cultura afrodescendiente de la región. Los cantos, que a menudo son improvisados, transmiten historias, emociones y la historia del pueblo, y son acompañados por el ritmo enérgico y contagioso del tambor.
Entre los bailes cantaos más destacados se encuentra el bullerengue, un ritmo cadencioso y sensual que combina elementos africanos y españoles. El mapalé, por otro lado, es un baile festivo y enérgico que refleja la alegría y la vitalidad de la cultura afrodescendiente. Otros bailes cantaos incluyen el pajarito, la chalupa, el seresesé y la tambora, cada uno con su propio estilo y significado.
Estos bailes cantaos son una forma de expresión artística y cultural que han sido transmitidos de generación en generación, preservando así la herencia africana y su importancia en la identidad cultural de la región. A través de la danza y la música, se celebran las tradiciones, se honra a los antepasados y se mantienen vivas las raíces culturales de la comunidad.
El baile cantao es una muestra invaluable de la diversidad cultural y el legado histórico que se encuentra en San Onofre. Su práctica y preservación son fundamentales para valorar y apreciar la riqueza cultural de la región y su contribución al patrimonio cultural de Colombia. Estos bailes no solo son una forma de entretenimiento, sino también una forma de resistencia, empoderamiento y afirmación de la identidad afrodescendiente en la región.